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Amanecer lunático

Un día despiertas y ha pasado una década de tu vida,  o quizás solo unos años. No importa si las circunstancias te manejan, no importa si ya nadie cree en ti, empezar en un texto como si nada pasara, como si todas las lluvias de estos años fueran menos que las lágrimas que derrame por ti, como si todo el viento no hubiera podido borrar tu recuerdo, ni la memoria de ser uno en una noche. Ser uno en un recuerdo de dos, así me acuesto cada noche, como si cada paso me hubiera querido elegir para  estar cerca de tu corazón. Son tantos momentos sin ti, que resulta irónico que recuerde el tiempo que estuve contigo. Fue tanto pasado pensándote que ahora el presente no se ajusta a no estar contigo. Y dicen que empiece  mi vida,  que me olvide, que viva, que disfrute. Pero la comparación es odiosa y tu presencia siempre la pienso como el eje que me falta para vivir sin perder el norte.

Que si, que dicen que me olvide, pero prefiero tus recuerdos, me dicen que viva, pero sin ti no late mi corazón.

Ahora tengo amaneceres lunáticos y atardeceres suficientes para seguir luchando, haciendo por la vida, unos momentos únicos entre el Sol de verano y la montaña que guardan un cobijo temporal. Donde los sueños vienen a cuentagotas, donde el cielo de primavera emitió su juicio nocturno para seguir las señales espirituales de que puedo ser un ser libre, ocuparme de mi Dharma según venga a diario, las lecciones de vivir en comunidad en común unión con la naturaleza. En común unión con mi sentido común. En común unión con las relaciones que vienen llegando.

Amaneceres lunáticos donde puedes fabricar un día alegre, un día que puedo recordar un futuro feliz, junto a personas que me aprecian, donde puedo vivir en una pequeña fábrica de emociones estables, bonitas y duraderas. En donde el paso del tiempo fluye mientras me conecto con mi estrella, donde siento el cosquilleo en mitad de la frente para estimular mi visión del mundo de cuidados, protección, reconocimiento.

Ultimamente conecto con mi estrella en modo automático, solo con imaginarme la luz del cosmos que me guía a llevar momentos de bienestar emocional, momentos de bienestar energético.

Espero que podais reconocer mi estrella desde el plano terrenal, en este espacio-tiempo los momentos de soledad son momentos de conectarme con la luz que me llega. Fluire hacia cualquier presente futuro donde pueda sentirme completo.

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