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Caminos

Lluvia sobre la pantalla, caminos del agua, distinguiendo cabezas.

Tiempos que cuentan descansos, tiempos que cuentan acciones, tiempos invertidos en espacios nuevos, volví a ponerme el reloj mientras siguen las campanas, quieren atrapar al corazón lleno del humo de la soledad, ese humo que hace distancia, recuerdos y réplicas, ese humo que consume el interior.

El humo del reloj, de las agujas asociadas a las abejas y a las manecillas de la iglesia, esas agujas contra las que todos tenemos marcado nuestro destino, al final sonará el mismo latido plano, sin importar los planos dimensionales en los que hayas sido vencido o victorioso.

Me puse otra vez el reloj sin saber cuánta batería queda en las baquetas que van al ritmo de las agujas.

Sueño, camino, alejado pero en equilibrio sobre tres ejes, buscando tus coordenadas.

Sueño, camino, cerca del momento presente cuando trinan los pájaros.

Sueño, camino, sin rumbo planificado hacia un plan de metamorfosis.

Sueño, camino, con los vuelos de las alas rotas, del hambre perdida en los caminos de los delirios, haciéndome más fuerte en las crisis.

Oportunidad que mide la re actividad, sueño que mide los segundos del inconsciente, caminos del agua que distinguen cabezas. Para parar a respirar si es que no se me ha olvidado ya.

Agua, agujas, caminos, sueños, despierto en un mundo despersonalizado, para liberarme del ego y ver la realidad que se siente en una gota que apunta la espera, para no esperarnos, volar interiormente lo más lejano posible y en esta posibilidad sentir los hilos de oro. Donde estaré mañana… En otro texto sin pretextos, ni prejuicios, en la cocina o en la cabina, donde quepa mi libertad antes que tu juicio.

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