
Inteligencia anterior al evento, cada momento, decisión, señal, experiencia, situación, aprendizaje, elección, programa, puede hacernos pensar que estamos libres, que tomamos decisiones.
Sin embargo, cada paso, acción, progreso, puede que estén marcados por nuestras creencias.
Hasta que llegamos a un punto en el que reconocemos a nuestro espíritu como el director de orquesta de nuestra vida. Quizás podamos dejar una huella más firme y duradera si reconocemos que nuestro propio universo interno está compuesto por infinidad de variables, como un sin fin de músicos, algunos improvisan, otros componen, otros solo reproducen lo aprendido, pero cada uno de ellos conoce el silencio que da vida, la respiración, en la que los instrumentos permiten que entre el sonido del vacío. Desde el silencio, y su vacío, podemos encontrar cómo emitir nuestra propia energía al resto del mundo.
Como si existiera un ADN espiritual, donde cada parte esencial de nosotros pudiera crear distintas sincronicidades con el entorno, para así vivir una experiencia mas plena. Al escribir esto me sincronizo con la luz de la tarde de un verano tardío en Octubre, recibo la onda-partícula con la frecuencia del sol, recibo la resonancia de la tierra, el vacío-silencio que puedo generar desde mi interior a tu lectura.
La inteligencia anterior al evento me ha permitido encontrar en este día un nuevo espacio donde compartir. Lo recibo, lo pienso, lo escribo. La vida debería ser un camino para encontrar la paz interior y así poder compartirla con nuestras personas cercanas. La emoción de la tranquilidad desde la paz interior es el mejor reflejo y regalo que podemos hacer a nuestros seres queridos y también a nosotros mismos.
Centrado en disfrutar la energía vital que nos rodea. Centrado en crear un campo a mi alrededor de paz, vengo de luchar en diferentes tormentas, vengo de escuchar diferentes situaciones complicadas. Mi nueva filosofía es hacer que cada día cuente, cada día quiero que haya alguna acción de mi persona con la que pueda irme a dormir sabiendo que el día ha valido la pena.
Al contar que cada día cuente y que no haya sido un sin sentido, podré dormir con la tranquilidad de estar en sincronía con mi exterior, y dentro de mi persona.
El siguiente paso es la coherencia, cumplir con mis actos, mis palabras y buenos pensamientos.
Quizás no descubra nada con este escrito, pero sí es así pienso que no está de mas recordarlo y tenerlo en cuenta.
Desde la pequeña estrella encontrada en la meditación rodeada de una oscuridad inmensa, se abre camino hacia fuera de mi, mi ADN espiritual, con el que pretendo llegar hasta ti para que puedas encontrar ese vacío-silencio donde puedas respirar, vivir, soñar, tranquilamente.
Camina, medita, sueña, cree y crea tu propia realidad, aunque sea desde la oscuridad, algún día llegará la luz de tu estrella para sanarte, a los buenos corazones, mentes despiertas y gente que reflexiona, un abrazo.