Publicado el Deja un comentario

Deseo

Me quité el deseo de obtener respuesta, supe que mi voz estaba silenciada por el mismo entorno, aprendí de las malas compañías lo que significa el precio de la soledad. Después vendría la libertad y otro aislamiento.

Me quité el deseo de merecerme a alguien, ahora aprendo en un camino como me llega la luz desde la más profunda oscuridad, viendo la estrella que me guarda esta existencia para no perderme.

Me quité el deseo de poseer y ahora utilizo, me quité el deseo de sentirme escuchado y ahora fluyo en una cierta armonía de autoconocimiento, auto descubrimiento, autosuficiencia, sin esperar recompensas de méritos, ni títulos. Sintiendo desde mi interior los momentos mágicos de una escritura más curtida y llevadera.

Me quité el deseo de ser entendido y cada vez hablo menos, para que no me encierren por mis ideas, al menos aquí puedo lanzar mi mensaje hacia horizontes de sucesos, donde puede pasar cualquier situación.

Me quité el deseo de agradar y decir que si. Ahora niego, mi vida pasada como si solo fuera fruto de una simulación, donde soy el único que lo ve claro, todos los demás hablan de ideas sin haber visto el mar, hablan de pensamientos sin conocer la oscuridad, hablan y lo único que consiguen es sobrevivir. He creado una idea que soporta todo el peso del agua y por eso decís que no estoy bien. Pero solo queda esperar que el tiempo pase y surjan nuevos desarrollos.

Ahora me libero de una vida sujeta a vuestros juicios para desarrollar mi conocimiento cognitivo, conocedor y consciente sin necesidad de vuestros juicios, escribiendo y renovándome en cada letra de cada entrada de cada invención de estructuras hasta crear un mundo nuevo en cada amanecer.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.