Es un día menos y ya me he acostumbrado a tu risa, es bonita, yo diría perfecta, es directa y viaja polarizada en tu luz, se escapa de la España profunda, me hace viajar a mi mundo interior donde puedo encontrarme con la esperanza, el ánimo y la motivación, las ganas de sentir también crecen.
Me quito los filtros. Confío en ti.
No conozco tus besos, pero si besas igual que ríes, lo más seguro es que conseguirás que pierda todos los miedos que me queden por vencer, que cada vez son menos.
Quizás ya lo sepas, eres poderosa. No me puedo imaginar lo mal que lo habrás pasado y con esto me gustaría que te sintieras protegida, por mi, por mi energía, por todos los medios y en cualquier momento, por si acaso te hace falta.
Podría escribirte cosas más bonitas pero pienso que prefieres a alguien que te hable con el corazón y con la cabeza.