La vida, parece una constante subida y bajada de emociones, pensamientos, creencias y valores, como si fuera una onda sinusoidal. La cuestión es que si alejas la perspectiva suficiente para verte desde fuera, como un espectador de todos los diferentes estímulos, puedes ver que la onda de la vida se vuelve una línea recta, desde que nacemos hasta que dejamos este mundo.
No todo el mundo es capaz de abstraerse para ser el observador de su propia vida. Si pensamos que podría haber sido de nosotros al no hacer caso, en realidad no importa, es como si el destino estuviera escrito y cada paso del camino fuera necesario para ver esa línea recta. Llevamos escrito el destino del libre albedrío, las elecciones vitales posibles son limitadas por nuestro nivel de entendimiento y consciencia. El camino para escoger la luz como guía esencial, junto con nuestra voz interior, la capacidad de abstracción, la imaginación, los pasos en los que tropiezas, los pasos en los que te levantas, descanso, fuerza, pasión, equilibrio, decisión, calma, van todos juntos en la misma dirección, hacer de esta prueba existencial nuestra mejor versión, compitiendo contra nuestro yo del pasado.
El amor hacia uno mismo, en cada situación, en cada momento, es lo único que puede reflejar el amor que nos tienen los demás, para sentir que puedes salir adelante de cualquier situación. Aprendo a quererme para afrontar una soledad heredada, un abandono y muchos prejuicios. Hoy me llamó la memoria del agua, la lluvia distingue cabezas y repite el sonido del universo cuando cae sobre la tela adecuada.
Música, naturaleza, un viaje sin retorno. Cada paso firme, firma por un presente completo de equilibrio.Cada paso firme, consciente en el presente, nos abre más camino, nos brinda nuevas oportunidades, consigue darnos la fuerza suficiente para seguir en este mundo tan inmediato.
Me gustaría pasar tiempo de calidad con mis seres queridos, tengo algunos planes para vivir una vida completa, aunque me gustaría poder tener una buena compañía en esta vida,