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Milenario

Cuando entiendas el peso del agua, entenderás el peso de la vida, cuando entiendas el calor del fuego, entenderás la fugacidad de la vida, cuando entiendas el viento, entenderás el olvido, cuando entiendas la lluvia, sabrás cómo renacer, cuando entiendas la tierra, entenderás que la luz crece hasta dentro de ella, cuando entiendas la luz, sabrás liberarte del peso del pasado, cuando entiendas que los elementos son visiones de reflejos entenderás el poder de lo bueno y lo malo, y en este mundo hecho a la medida humana todo se mueve por una matriz cuántica que sólo nos deja en bucles de problemas y sufrimientos hasta que la naturaleza quiera liberarnos de nuestro cuerpo prestado. La mente pensando en verdades se encierra en la soledad, el corazón viviendo rutinas se muere, y yo renazco en cada pedazo de rayo y de relámpago que impactan en tu cielo, pero has dejado de mirar hacia arriba, para solo ver papeles, mientras que me encuentro en cada pliegue de mis figuras de origami, buscando dar nueva vida en cada pieza de polen que viaja y se va a otro plano dimensional como si fueran almas errantes, me reciclo en cada paquete cuando lo tiras a la basura y solo te fijas en el regalo. Quizás el cuerpo sea solo un paquete, quizás el regalo de mis semillas ocultas están creciendo a base de sufrimiento exterior. Todos tenemos problemas, pero ahora puedo meditar, perder el control, volver a empezar, sistemas de numeración no cuentan conmigo y yo solo cuento los días que faltan para que abras los ojos y me encuentres en una gota de rocío, milenaria sobre un nenúfar, quitando maleza a cada letra que escribo, volviendo a doblar hasta armar la figura que cumpla con tu sonrisa. He dejado volar mis grullas en ceniceros, en árboles, en macetas, en maletas. Me pregunto si algún día llegará tu deseo, o se irá tu sufrimiento, pero la vida continua en cada pliegue, en cada papel. Este mundo se acabará cuando encuentren la pureza del metal en la piedra y piensen que sirva para algo más que para cambiar vidas. Cuando la genética deje de seguir la proporción áurea, y se pierdan los momentos más alegres que la vida nos dio. En esta matriz de programación me muevo como un ser olvidado, pero mis textos quedarán para entender el peso, el cansancio. Ahora dicen que la alegría se encuentra, que la felicidad se encuentra y en el mismo sitio distinto sigo viendo cómo ya no sois capaces de decirme nada. Aunque me encuentre tranquilo en la armonía del silencio, en los huecos vacíos del ser, en las pérdidas de momentos donde nadie observa. Puedo encontrarme lleno cerrando los ojos y volviendo a mi interior, por más problemas y trabas que quieran dejarme callado y triste, aislado y cabreado. Algún día controlaré mis emociones desde un plano donde mi corazón esté fuera y dentro de mí. Donde solo quede mi espíritu reconocido por tu mirada sin filtros y las galaxias sepan que pasé por esta vida cómo una persona que falla, aprende, repite, otra caída y otro renacer, cuando las galaxias sepan que me quedaré peleando con los dioses sólo por la energía del amor que guardo y regalo en cada letra. Siento el descanso, pero tenía que vivir, y ver que mi trabajo me espera aquí, dónde encuentro personas. Igual si se para el tiempo, surja el momento donde podamos encontrarnos, aunque sea en otra vida. Unido en un nido, desatado del hilo del pasado y sus penas, viviendo en cada encuentro como se fusionan nuestras sonrisas, en otro mundo, en otra dimensión, en otra galaxia, donde nadie nos pueda juzgar. Sobre la flor de loto que me perdí en esta vida, la cual encontraré en un viaje interior, donde los rayos de luz me dicen que se mueven conmigo para encontrarte en cualquier nube, cuando quieras subir a mi mundo interior donde guardo un poco de amor desde el plano al que te da miedo leer en mi corazón.

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