Publicado el Deja un comentario

Otra

De un lado a otro, de un tiempo a otro, de una página a otra, de un texto a otro y de una imagen a la siguiente, de una impresión a otra, de un pensamiento a otro, en pocos segundos, pensamientos de menos de diez segundos durante siete u ocho horas. Un algoritmo por casualidad que te sigue por varias causas, con el que conocerás a alguien y así de una persona a otra. Has buscado tanto, que cualquier cosa te define y la verdad es que estás sin definir, sin encontrarte a ti mismo/a en experiencias que pasan fuera de ti, sin mirar en tu interior confías en internet, quizás sepas como funciona, quizás no, pero, ¿sabes como funciona tu interior?, ¿como se mueven tus impulsos eléctricos dentro de ti, los sientes?, ¿dónde está tu luz?, ¿iluminas lo que te rodea?, o ¿acaso está perdida en internet?. Mi huella digital no soy yo. Y al final quieren que así sea, cuando quiero ser las emociones que sientas al estar conmigo, pero con tus pensamientos de menos de diez segundos no aguantarías mi mirada, y mirarías el móvil.

Y así pasarás a la siguiente persona, yo no lo he causado, pero me parece triste que nos defina un algoritmo, un trozo de código que ni siquiera hemos visto y que eso cause tu búsqueda infinita en lo exterior. No nos enseñas a mirar dentro, y ahora quieren que no pensemos tampoco, para luego llamarte loco, cuando te ha enloquecido la sociedad enferma. Así, podemos enfermar por un trozo de texto que no hemos visto. Te harán sentirte solo pero solo mal, tarde o temprano, y buscarás estar bien sin mirar en tu interior, porque serás un conjunto de causas y casualidades de un impulso que no conoces. ¿Estamos atrapados?.

De un algoritmo a otro, pensamos que podemos ver, pero no somos libres con la mirada, seguiremos reuniendo información de fuera sin conectar con nosotros mismos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.