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180º

Giro de 180º. Si, la vida no tiene cura, a mucha gente le dicen que tienen una enfermedad incurable, pero la realidad es que la vida no tiene cura, la vida cambia para el que lo sabe, da igual si te lo dice un médico o eres tu el que te das cuenta, la realidad es que estamos de paso.

En este paso, quiero pasar por querer escribir los arreglos de la armonía de mi vida, para que sea más llevadero el peso con el que me cargo o me cargan. El entorno cada vez más comunicado pero sin mucho que decir, la sociedad que espero se dé cuenta, despierten, cada uno pone sus propios filtros, cada uno pone su pensamiento más o menos crítico y autoexigente hacia uno mismo, hacia los demás, aunque no creo que sirva de mucho la presión que viene con la autoexigencia, con la exigencia del entorno.

La vida, el paso, el camino, la enfermedad, la cura, el viaje de ida hacia el mismo destino común y aun así pensamos que somos únicos, solo tenemos un viaje de ida hacia un mismo destino y aun así nos da por competir, por luchar, por enemistarnos, en este único plan sin planificación que es la vida, creamos estructuras complejas, creamos comportamientos complejos cuando supongo que todo es mucho más simple, tan simple como sentir el sol y entender la información que nos da, entender las nubes, sentir la fuerza de las estrellas que ya hicieron su viaje para llegar hasta nosotros, cuidar de la luna que nos guarda…

Otro día puede que escriba desde otro paisaje, otro día puede que escriba desde otro nivel de conciencia cósmica, otro día puede que escriba desde la ayuda de otra persona y su mensaje. Quizás cuando ya no esté en este plano pueda sentir toda la fuerza de la tierra. Se puede ver un electrón como un satélite y buscar energía en la materia oscura del universo. Otro día puede que la creación nos dé la respuesta a sentirnos en unidad y en sintonía con lo que hay, con lo que no hay, conectando puntos invisibles al conocimiento ya incorporados en la sabiduría de la esencia propia del ser que contempla sin ser conocido. Hasta ver la luz en todo lo que nos rodea y pensar que hay siete mil millones de universos en este mundo de nuestra especie, sin contar el resto de especies, el sistema que alberga la vida en una piedra. ¿En cuántos grados me muevo, puedo girar 180º, 90º, 270º…?

Volver a las raíces del universo sabiendo que los daños están reparados, volver al equilibrio de las órbitas sabiendo que oscilo en la quietud cambiante y constante. Y así estoy, en este paso, con varios pesos, de los cuales me liberaré cuando unifique mi ser consciente con mi ser subconsciente, despertaré del sueño de la vida, despertaré del sueño de la simulación y me encontraré con toda la fuerza de mi espíritu que ya conoce que un camino solitario es más llevadero sabiendo si tienes puntos de apoyo, aunque sea tu propia naturaleza.

Quizás otro día puedan entenderse mis palabras.Quizás otro día puedan descubrir esencias, es en compañía agradable donde podemos planear un poco este viaje, ser un poco más libres interiormente, estar menos manipulados e influenciados por las opiniones sin pensamiento crítico, de las personas que solo miran hacia delante y no en 360º, porque para darse una vuelta de 180º tienes que mirar en 360º, por eso me doy la vuelta, sigo otro camino, me saldré de los grados y de las coordenadas para que solo podáis sentir mi huella espiritual y el vacío que ésta deja cuando se va.