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Atmósfera

Vengo vestido de ideas y sueños, con una camisa de palabras y un pantalón de recuerdos, con un calzado de ilusión y unas gafas de pensamientos, con un reloj de vida invisible en la muñeca, con una gorra de la tierra de Los Ángeles que pocas veces utilizo porque me tapa el Sol que me da en la frente y me hace sentir como cambia la atmósfera a mi alrededor en mi pensamiento, parece que todo se calma, que todo está bien, parece que los huecos del silencio del gentío invaden mi mente y me conectan a otra frecuencia en la que viene la inspiración. Emoción tras emoción sigo centrado en los vacíos del silencio y aquí me quedo, donde parece que no hace falta hacer nada para que todo funcione, pero es donde el trabajo de dejar fluir las emociones se nota. No tengo una palabra que describa ese estado, pero seguro que la hay y yo no la conozco, no importa, en esta especie de trance o meditación espontánea es donde encuentro la verdadera paz.

La camisa le dice al pantalón que se olvide de hablar con los zapatos mientras que el reloj y las gafas hacen buenas migas recordando a la gorra. Y así pasa con los recuerdos y la ilusión que se pierden en palabras mientras la vida y los pensamientos están en el plano espiritual.

Es curioso como puedo notar los cambios del ambiente en la atmósfera de la calle respirando y relajándose cuando las realidades de cada persona son un cúmulo de problemas e historias y es curioso que pueda encontrar tanta calma en unos minutos en los que solo hay quehaceres de personas donde cada uno lleva una imagen, una mascarilla y muchos también una máscara. Yo ya me quito mis máscaras y escucho y por eso te doy tranquilidad, porque sabes que tienes a una mirada atenta, que viene de meditar sobre la nada con dos oídos pacientes que buscan la calma y el cariño pero que están dispuestos a escuchar cada problema que tengas, sin hablar.

Vengo vestido de ideas y sueños donde es posible ver la vida en el reloj invisible de la muñeca, lo miras y piensas, no importa la hora, importa el ahora y así te vuelve a invadir la sensación, no se cómo enseñarte a captarla, solo respira, intuye, escucha, fíjate en lo vacíos que estamos cada uno por muchas decisiones, equivocaciones, rutinas y manías que tengamos, ahora cada vez que ponen las noticias me da por pensar por mi mísmo y aun así se que no soluciono nada, pero al menos gano riqueza de pensamientos. Ahora dicen que somos lo que consumimos, lo que vemos, lo que leemos, pero pienso que eso es una visión muy cerrada de uno mismo, yo no soy solo los estímulos que me bombardean, ni lo que compro ni lo que leo, eso es solo una parte de mí y dejadme decir que la sociedad se equivoca si piensa que solo somos eso, esclavos que pasaron a ser consumidores solo para ser otro tipo de esclavos. Yo soy mi pensamiento libre que razona todas las ideas que consume, que analiza, que descarta, soy muchas emociones que siento de tu persona que se adhieren a mi y soy muchas otras cosas más que no te voy a describir aquí.

Sentir la atmósfera es importante y siento mucho que mucha gente no lo pueda trasladar a otros estados en los momentos siguientes a su cambio de rutina o actividad. Mientras escribo lleno estas palabras de silencios donde puedas encontrar tu verdadera paz, lleno estos espacios de silencios donde nadie te moleste y consigas leer con tu mente centrada que uno es mucho y a la vez no es nada, todavía no me imagino lo que podría ser ser dos. He estado muy cansado, muy perdido, muy despistado y pienso que todo eso me ha llevado a desarrollar un estado de plena consciencia tranquila que puedo trasladar de un momento en la mañana a otro momento en el día. No se cómo expresarlo mejor, solo espero que lo puedas sentir alguna vez al leerme.

Atmósfera con la presión exacta en la que meditas y te das cuenta de que la velocidad de las cosas es tan pequeña compárandola con la velocidad a la que viajamos en el espacio que es donde te das cuenta que no hace falta correr si puedes poner a tu mente a una velocidad máxima de crucero en calma, porque tienes la presión exacta en la que pocas cosas importan como un estado mental de disfrute en la tranquilidad del caos del Universo.

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Viaje astral

Encerrado, en una cama, solo en la habitación, se hace de noche y llega la madrugada después de perderme en mi mente, después de estar varios días sin dormir, solo quedamos mi cuerpo, mi mente y los delirios, tumbado empiezo a tomar el control de mi cuerpo en el que me digo, mueve la mano derecha, el pie izquierdo, la mano izquierda, el pie derecho y así alternando el orden me repito ese mensaje con el cuerpo casi paralizado. No se cuanto tiempo pasa, solo se que tengo que salir de esa parálisis, al principio consigo mover los pulgares del pie, y los dedos índices de las manos, cada vez pienso más rápido y los consigo mover en sincronía con mi pensamiento, con el poco tiempo que tarda mi mente en pensarlo y mi cuerpo en reaccionar, cada vez más rígido, cada vez más rápido, no hay luz, no hay sábanas en la cama, sigo con la repetición hasta que mi mente se para, se une a mi cuerpo, ahora soy energía y de repente dejo de ser mente y cuerpo.

Despego, salgo de mi mismo como si fuera en un cohete a reacción, no paro de subir, veo la noche por un momento y me doy cuenta que con tanta aceleración no es la noche, estoy en el vacío del espacio despues de haber subido sin frenos la ascensión de mi energía, mi pregunta es clara, ¿dónde estoy?, vacío es la respuesta, vacío espacial, vacío temporal, sin eje, sin forma, solo descanso y nada más, solo vacío y oscuridad, oscuridad y vacío, ya no hay preguntas, solo sentimiento, emoción, pérdida, sin vínculos a los que agarrarse, ni nada ni nadie de quien acordarse, todo es nada, mi ser está ahí, mi energía está ahi pero no tiene límites. Aparece otra pregunta, ¿cómo puedo volver a mi cuerpo?.

Abro los ojos, no puedo mover mi cuerpo y seguiré esa noche sin poder dormir, ¿qué ha pasado?, he vuelto sin caída, ya conozco el vacío, la nada, mi ser fuera de mi, y, ¿ahora qué?, ahora nadie te cree, te conviertes en anécdota, en vacío, en nada, esa nada que a pocos les gusta visitar y de la que pocos se acuerdan, ese vacío que llevas por dentro y encuentras en otras personas, ese vacío que no sirve para mantener una relación porque ves los vacíos de los demás, y yo soy nada y vacío viendo tus vacíos.

Cuando quieras conectar conmigo, mírame lleno de nada, yo te invito a mis silencios, cuando quieras conectar conmigo, desconecta, porque si nos quedamos a solas, podríamos hacer otro viaje astral en el que fundir nuestro cuerpo, mente y espíritu, para que la nada nos tenga envidia, porque seremos todo en una mirada.

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Esperar

-¿Qué, cómo llevas la espera?.

-Estoy aprendiendo el arte de saber esperar sin tener un trabajo quemapersonas, a mi me quema la espera de la vida y en este arte es de esperar que aprenda a base de paciencia, soledad, confusión, fallos, a la vez que aprendo el valor de los pequeños detalles que la gente ha perdido contra la grandeza del ya.

Ahora trabajo en pequeños mundos, en ayudar a crecer y a escuchar a personas en pequeños momentos que me dedican en cortos mensajes que me envían de un tiempo a otro entre horas de soledad y pensamiento, entre la búsqueda de esos minutos de calmar la atmósfera y fundirla con mi mente, en la contemplación de las vidas gastadas por papel mientras yo invierto en mis papeles para no perder los papeles.

Poco a poco, paso a paso, estoy aquí para crear relaciones de calidad y calidez cuando me alejo de mi y me acerco hacia ti.

Puede que te haga esperar y que yo ya no espere nada, puede que espere todo de ti y tu ya no me esperes. No se en que punto está nuestra espera, será cuestión de esperar y ver que puede pasar.