A veces veo letras japonesas en los cigarros del cenicero, a veces el humo me lleva a otra dimensión, las cenizas son las puertas que abro y viajo en la mitad de las caladas, la conciencia presente se expande, se comprime, solo hay una llama que inicia. Evadirse para encontrarse, esa parece ser la constante, el cambio de pagar con vida una muerte lenta. A veces me quedo descifrando pensamientos inconscientes del pasado, pensando si está todo escrito, en mi pequeño margen de movimiento, aquí no voy a escribir nada que no haya incorporado en mi ser de alguna manera, y en este presente escrito pienso que puedo inventar algo que rompa barreras interdimensionales, psíquicas, espirituales, cognitivas. Pienso que si todo está escrito puedo leer el sol, la luna, mis átomos, viendo cómo se alinean para hacerme despertar en un momento de bienestar inigualable, efímero infinito presente, en el que ves cómo todo lo que caduca es perenne, en la increíble sensación dónde te sobrecoges y no suspiras del asombro.
De repente estoy en una dimensión escrita sobre la improvisación de los impulsos, hasta encontrarme con liberaciones de Karma, de energía, temblores divinos, pérdida del control dónde fluyo como una hoja sobre el río. Estoy en el sofá comprimiendo y expandiendo el universo conocido en mi mente, mientras se ilumina mi corazón y entro en mi subconsciente, dónde no hay tiempo, el espacio se vuelve ondas vibrando mientras manejo las hebras de la escucha para que todo esté en armonía, pienso que esta dimensión funciona y si solo estoy yo y todo está escrito no importa que no te llegue este mensaje a tu dimensión, porque en tu realidad puede que aparezca mi espíritu para protegerte.
Mi camino se construye a base de escucha, hasta donde el sonido del silencio se esconde en mí, para que puedas encontrarte, para que puedas caminar. Igual me ves en un silencio y en un vacío iluminando desde dentro. Con el equilibrio de tener la mente y el corazón unidos, el sol y la luna lo confirman cada cierto tiempo y aunque no entienda japonés, agradezco tus mensajes. Es curioso ver cómo cabe la eternidad en un momento. No me olvido de respirar la energía de la atmósfera para encontrarme en este cuerpo prestado, creado.
Ver con el corazón es el trabajo más duro, no sé, quizás me entiendas algún día cuando veas con el tuyo y por eso entenderás que aunque piense demasiado a veces dejo de pensar, pero sigo latiendo, sigo respirando. Si me ves con el corazón, quizás entiendas mi luz, caminando dimensiones.