
Café, tabaco, agua, pensamientos desordenados, mientras ordeno mi mente temprano, pastillas y un nuevo día. Después del sueño, de no recordar el sueño otra noche más, parece que mis guías espirituales también necesitan su descanso. Pero mi inspiración no, mi inspiración necesita el trabajo semanal de expirar palabras aquí. Las saco del fuego, de la llama interior de la vida que no sabemos cuándo se apagará para cada uno de nosotros.
Pensamientos libres bajo el control de cámaras y micrófonos, pensamientos libres bajo el control de la propaganda de los medios, pensamientos libres bajo el control de la distopía que vivimos. Ahora nadamos en un mundo de igualdad de rostros tapados el cual espero que pronto se acabe. Somos números en bancos, en hospitales, en burocracia y personas cuando nos encontramos de frente, aunque mucha gente solo vea números de serie, en vacunas, botellas, cualquier consumible, para darse cuenta que consumimos números de serie en una serie de números para ser un número de serie, y este texto es otro número de serie. Este texto sale de entre tantos números que cuentan para contar una historia. El infinito de las palabras y los signos y los números para que llegue al corazón una emoción.
Para aumentar mi campo electromagnético y atraer a las personas correctas a mi vida, que me guíen en esta empresa de ser un cambio y un referente de que se pueden curar los estigmas, hoy digo que vivo en cada texto viajando en mis redes neuronales desde la semilla de mi glándula pineal a las raíces de mis neuronas, por mi sistema nervioso tranquilo entre cigarros y pasada mucha soledad, muchas conversaciones que no tengo, las tengo aquí con mi ser y con quien me quiera leer, abriendo una pequeña ventana al mundo de un espacio personal universal.
El espacio personal universal de mi ser que protejo y hago crecer, desde que pienso que puedo ayudar a las personas en caminos difíciles. Encuentro la felicidad en el teclado que hago una extensión de mi persona, para llegar a la gente desde un plano de vida distinta en la lectura.
Trabajando emociones, pensamientos, ideas, intuiciones, razones, conocimientos, realidades, hilos de vibraciones, armónicos de recuerdos en negativo. ¿Y dónde está la realidad presente?
En cada momento que nos volvemos a decir que uno es un conjunto incompleto perfecto de éxitos y fracasos y que para salir del caos de uno mismo hay que entrar en el corazón del resto de personas como si pudieras cuidar sus latidos en sus manos. Mantener un latido fuerte y constante para dar vida a cada palabra como si fuera la última que pudiera escribir. Escribo para mantenerme vivo en este mundo sin sentido
¿Y dónde está la realidad presente?, en el caos, en la armonía, en la armonía del caos, en la mente de los iluminados, en pensar que cada persona con la que te cruzas es un maestro para enseñarte lo que no quieres o quieres en tu vida.
La realidad presente parece que se pierde cada vez más en el futuro que no llega y el pasado que se fue, por esto mucha gente se pierde. Desorientados sin brújula de valores que indique un noble camino cuidando el lenguaje, los actos, las palabras, el trabajo, la inspiración, las ideas, los proyectos, los tonos. Estoy midiendo cada vez que mi espíritu me enseñe que no es buen camino pues igual lo dejo atrás, porque ya llevo mucho caminado y me falta mucho por caminar, pero sentado encuentro el vacío de pensamientos, los silencios de la música, de las conversaciones, como si pudiera trabajar en el vacío de la eternidad presente que se escapa.
En esta pequeña luz que ha viajado para iluminarme otro día como una onda solar que pudiera cambiar mi vida entera en cualquier momento y liberarme de mi ser consciente y mi ego para solo sentir la energía fundida y unida en cada peso de cada paso, en cada latido, en cada respiración, en cada célula de mi cuerpo vibrando en la frecuencia de la alegría por estar presente, en tu vida, en tu tono correcto, en tu acción correcta, en tu realidad presente correcta, equilibrada y en armonía con mi ser de ahora. Este ser que tiene segundos de energía que siente que estás. Y no hace falta nada más, pero si quieres hablarme algún día, igual podemos comunicarnos en un nivel en el que el mundo se pare y ¿quién sabe?, igual tu mundo se para, el mío también, y podemos disfrutar de un abrazo que dure un largo tiempo, no necesito mucho más en esta vida. Cariño.