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Reloj de arena

¿Podría el peso del pasado pesar tanto como para no poder empezar una nueva vida?

¿Qué tipo de ser consciente mide el peso de los granos de arena en el reloj de cada vida que avanza inexorablemente?. ¿Cuántos segundos me pueden quedar de felicidad interna reflejada en este mundo más cercano con sus sociedades distópicas?. Felicidad interior versus sociedad esclava de pantallas. Elegir el tiempo que me queda en esta vida al servicio de la única constante en el universo conocido, la luz. Ser capaz de ser luz, pensar luz, meditar luz, reflejar luz, proyectar luz, desde la más profunda oscuridad. Que cada grano que caiga en el reloj de arena deje una estela a su paso, para pasar por esta existencia dejando una huella, un rastro, una guía. Trataré de iluminar el propio reloj interno, el metafísico, el energético, el mental, el sentimental, trataré con mi corazón poner un ritmo en este mundo y cada ceniza de mi ser actual sea capaz de curar las heridas, las malas decisiones, pienso que aun tengo tiempo para quererme. Con cada grano de arena de este reloj que me ha tocado vivir pienso fabricar felicidad interna, luz, y una guía que me ayude a escoger el camino del bienestar, de la abundancia de virtud, pequeños logros, sueños bonitos cumplidos, calmar el deseo y el apego, aprender de los momentos felices.

Ser consciente cada segundo,de mi vida pasada, ajustándome a corregir, cambiar, renovar, desechar, utilizar, crear, inventar, pensar, sentir. Sentir como llega el final de muchas personas en mi vida que no tienen tiempo para acompañarme en este nuevo viaje de aprendizaje, en este nuevo camino.

Crear una realidad de cuidados y cariño, hacia mi, que pueda reflejar. Sentir un cariño sincero que no desparece. Salir de la depresión. Sentirme válido y suficiente, sentirme querido y arropado sin importar el invierno que llegue. Sentir felicidad, alegría, comprensión, ayuda, pensar que puedo resolver momentos difíciles.

No sé si es lo mínimo que las buenas personas necesitan, pero pienso, que las buenas personas necesitan sentirse queridas, cómodas, libres y respetadas. En cada grano de arena que cae en esta vida marcando nuestro paso por el mundo.

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Caminos

Lluvia sobre la pantalla, caminos del agua, distinguiendo cabezas.

Tiempos que cuentan descansos, tiempos que cuentan acciones, tiempos invertidos en espacios nuevos, volví a ponerme el reloj mientras siguen las campanas, quieren atrapar al corazón lleno del humo de la soledad, ese humo que hace distancia, recuerdos y réplicas, ese humo que consume el interior.

El humo del reloj, de las agujas asociadas a las abejas y a las manecillas de la iglesia, esas agujas contra las que todos tenemos marcado nuestro destino, al final sonará el mismo latido plano, sin importar los planos dimensionales en los que hayas sido vencido o victorioso.

Me puse otra vez el reloj sin saber cuánta batería queda en las baquetas que van al ritmo de las agujas.

Sueño, camino, alejado pero en equilibrio sobre tres ejes, buscando tus coordenadas.

Sueño, camino, cerca del momento presente cuando trinan los pájaros.

Sueño, camino, sin rumbo planificado hacia un plan de metamorfosis.

Sueño, camino, con los vuelos de las alas rotas, del hambre perdida en los caminos de los delirios, haciéndome más fuerte en las crisis.

Oportunidad que mide la re actividad, sueño que mide los segundos del inconsciente, caminos del agua que distinguen cabezas. Para parar a respirar si es que no se me ha olvidado ya.

Agua, agujas, caminos, sueños, despierto en un mundo despersonalizado, para liberarme del ego y ver la realidad que se siente en una gota que apunta la espera, para no esperarnos, volar interiormente lo más lejano posible y en esta posibilidad sentir los hilos de oro. Donde estaré mañana… En otro texto sin pretextos, ni prejuicios, en la cocina o en la cabina, donde quepa mi libertad antes que tu juicio.

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Escritorio

Desde mi escritorio, papeles, carpetas, bolis, cajas, calculadora, cables, cuadernos, agendas, desordenados en la entropía del universo, como partículas en expansión esperando a ser leídas y ordenadas en mi mente para expandirse hacia un viaje consciente por el microcosmos de mi mesa hasta el espectro del olvido al archivarlos en mi memoria o en cualquier otra parte de esta dimensión, donde el escritorio se vuelve a su génesis, vacío, sin vida…

Mientras tanto en este caos, conservo el momento orbital de mi energía, donde me encuentro que nada me pertenece, aunque estén a mi alcance las herramientas de crear un mundo mejor, más evolucionado y categorizado dentro del caos del universo mental en el que me muevo. Visito poco algunos lugares, deambulo por las estancias como si solo fuera la presencia de una sombra del que un día fui, arrastrando energías que no me pertenecen en un cuerpo prestado, arrastrando energías que se quieren adueñar de mi espíritu gracias a las malas influencias y a la programación lingüística de otras personas que quizás alcanzaron a compartir su soledad conmigo en tiempos pasados. Cuando me veo como un simple espectador manejado y sujetado en mi pasado inconsciente.

Estoy desaprendiendo conceptos y teorías, estoy desconociendo personas, estoy moviéndome entre las sombras, estoy a la vez en un viaje hacia el pasado viviendo el presente y sus infinitos cambios en los que poco cambia para mi o poco me sorprende, cuando el futuro no quiero que sea un lugar de desarraigo y tragedia, cuando no quiero sentirme desubicado en un futuro cada vez más difícil y complejo entre tantas variables presentes. En este viaje hacia el pasado he sentido el poder del inconsciente y he visto como dejarse fluir entre malas energías de personas te llevan a la perdición y despersonalización de un mismo espíritu.

Este espíritu es el que renace cada día, se reinventa, se descubre, se analiza, se evalúa y comprueba que el cambio interior es el que sirve para ver un exterior mejorado. Pero cuesta y duele ver a las personas perdidas en las pantallas poniéndose filtros y máscaras mientras consumen contenido sin filtrar ni analizar en su mente, con su espíritu dominado por los impulsos del mundo de la imagen, por el bombardeo a la sensibilidad con un lenguaje perfectamente medido para volvernos consumidores esclavos. Ahora que parece que se viene otra crisis, la del petróleo, ahora que parece que sabemos y recordamos que las pandemias duran cinco años, en este mundo en el que se colapsa la sanidad y nos venden palabras como trabajos esenciales, sin conocer que el trabajo esencial ha de realizarlo cada uno dentro de sus propias emociones, sentimientos, reflexiones, pensamientos, ideas, energías, nos quieren vender la idea de trabajos esenciales como si fuéramos solo maquinas de supervivencia, en el mundo distopico, para que disociemos ideas, para que no unamos conceptos durante más de cinco, diez, treinta o sesenta segundos, en el mundo virtual en el que pasas de una idea a otra, de una persona a otra, de una historia a otra, sin darnos tiempo a pensar ni a racionalizar lo que estamos consumiendo. Platón y su mito de la caverna es donde vive la gente ahora, viendo las sombras de las imágenes de los móviles y las pantallas, el pan y el circo y nadie se acerca a la llama de la verdad del conocimiento, ni por asomo. No sé si alguien es capaz de volver a sentir su propia naturaleza como única, unida y en comunión con el resto del mundo, cuando a uno lo encierran por tener ideas, por pensar.

Ya no importa el diálogo ni entienden la lógica cuántica, ni entienden que la infinidad de variables presentes nos hacen ser un clic en este mundo de programación, donde un día te acuestas y al siguiente ya no estás vivo. Nos venden el temor a la muerte para volvernos consumidores esclavos y desesperados, cuando la muerte es solo otro cambio hacia otro plano dimensional donde poder crecer de otra manera, sintiendo nuestra energía como esa partícula que está fuera de la lógica donde esperamos viajar libres en otra experiencia existencial.

Quizás mi viaje nuevo pueda descubrirlo desde mi escritura, conservando mi momento orbital, perdiendo fuerza, liberándome de cargas negativas que quieren acompañarme. Observo la oscuridad como un proceso, ser consciente y sentir miedo de la propia oscuridad de cada uno es algo necesario para poder caminar hacia la vibración más alta, o más tranquila, ya no lo sé, pero caminar en la vibración de la armonía con el entorno y tu propio ser, caminar en armonía con la propia conciencia, consciencia, con los propios procesos cognitivos, bioquímicos, naturales, caminar en armonía con la propia naturaleza de un yo sujeto, libre, respetuoso y respetado, consciente de su propia oscuridad con el fin de poder brillar desde el vacío que me ha sembrado la sociedad, desde el caos de mi escritorio para el mundo.

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¿Más?

Cuanto más quieran utilizarme, o mas me hayan utilizado, peor se sentirán.

Cuanto más hayan querido apagarme o hacerme sentir como un enfermo, más enfermos caerán.

Cuanto más haya querido lavar mi cerebro y más programación lingüística hayan querido para mí, más serán presa de du propia programación.

Cuanto más hayan querido echarme las culpas porque el motor del mundo es la culpa, más culpables se sentirán.

Cuanto más hayan querido verme caer, más subiré, cuanto más suban gracias a mis caídas, desde más alto caerán.

Tengo la certeza de tener un corazón puro de intención, tengo la certeza de que mi conciencia funciona desde el plano de la paz espiritual, escuchando la voz interior que me guía de mi pensamiento, cada vez más fuera de su sistema de creencias.

Escribo desde fuera de la inspiración, desde el plano de la tranquilidad espiritual y una meta asegurada. Cada vez más tranquilo confiando en el tiempo, en el tiempo en el que llegará el día en el que las puras intenciones se verán, las culpas se irán, se irá el sentirme manejado, entre cadenas, se irá el tiempo de sentirme aislado, se irá el tiempo y se inclinará la balanza, hoy estoy seguro, pesará más mi espíritu que todas las acciones. Pesará más mi espíritu y mi corazón y mi mente estarán con este. No importarán ni los hechos, ni las acciones, de nadie, pues mi energía estará fluyendo hacia el bienestar, vibrando en un espectro de luz mucho más amplio, recogiendo más frecuencias que me hagan estar fuera de los juicios y me liberaré.

Liberaré más energía para los que no me hayan traicionado, para las personas que me cuiden desde una intención de corazón pura. Y así seguiré mi camino, hacia el lugar donde suena el reloj cuántico apagado, hacia el reloj de las variables infinitas presentes y efímeras. Las cuales harán de mi la mejor versión de esta persona que fluye entre soledades compartidas y palabras de historias rutinarias…

¿Más?…no sé si ya habré dicho bastante, no sé si seguirán queriendo romper mi armonía vital, no sé si les quedarán ganas de querer seguir destruyéndome, pero cuanto más quieran destruirme, más se romperá su sistema. Solo me queda esperar un nuevo ciclo, una nueva etapa, donde yo siga observando, viendo el equilibrio restablecido de esta persona. Viendo la armonía restablecida de esta persona que habito, para solo ver luz, fuera del motor de las culpas, desde el motor del amor, que acompaña y guía, viaja intermitentemente entre días de partículas sub-atómicas que hacen la noche más tranquila, más sabia, más consciente, en la espera de no esperar nada, en la espera del esfuerzo sobre la escritura.

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Balanza

Soledad compartida, presente de infinitas variables eternamente efímero, vacíos emocionales, espectadores del pasado, ansiosos por un futuro, son demasiados conceptos para asimilar en un momento que se va, brillos de oscuridad, oscuridad lúcida, fuerzas intangibles que me animan a escribir, inspiración de aislamiento, expirar humo, cosquilleo en la frente y las ganas de ver otro mundo que los demás no alcanzan a imaginar, donde solo veo con ideas de palabras, donde no sé si soy el único ciego en un mundo que respira cada vez más cansado de la humanidad. ¿Dónde pongo el peso de la balanza para ser justo en mi espíritu?,¿dónde pongo el peso de la balanza para ser justo con mi salud?.En un nuevo día.

Escribir como un acto reflejo de ideas que no llegan a tu corazón con el mío saliéndose de su sitio, intoxicándolo cada día un poco más cuando lo que quiero es liberar a mi cuerpo de la química que me paraliza. Cada vez más tranquilo con mis textos, más productivo. Asimilando los augurios de una vida cada vez más complicada, sin complicidad, sin compañía, aislado en mis textos, en mi inspiración, aislado en las ideas que quiero que crezcan para alcanzar salir hacia la superficie del bienestar y volar en felicidad. Volar feliz aunque sea solo con los ojos cerrados en la meditación, hasta en eso me conformo. Cuando compartir desde el corazón se juzga, aunque hagas un análisis crítico que no entienda la gente. Las masas conmovidas, entretenidas, distraídas, dormidas, en rutinas, pero aquí estamos, comunicándonos… Y me pregunto para qué sirve la comunicación si no hay entendimiento, ni escucha atenta, ni reflexión, ni pensamiento, solo crítica. ¿Cuándo entra el diálogo?,¿cuándo entra la última cena?. ¿De qué se puede hablar si no es sobre una vida que cumpla unos estándares y se estabilice en soledad, desde sus propias ideas y diálogos internos que hace visibles para ser un sujeto con ideas y valores en el que se puede confiar y que pide a gritos una buena compañía?. Que lean y entiendan, que quizás soy mi peor enemigo y juez, que sigo encerrado en cuatro calles donde solo puedo liberarme en la escritura…

Mientras tanto, señales de que las cosas van bien en mi pequeño mundo, señales de una calma que precede a una tormenta, señales de anuncios de tragedias en el mundo. Cada vez hablo más con el sol, con el día, hablo con las personas que aparecen buscándole un sentido al sin sentido del caos, con la misma ignorancia esperanzadora de que podemos crear un mundo mejor, mejorándonos a nosotros mismos. Pienso en cómo se puede mejorar algo que está roto, quién puede arreglar algo que no tiene cura, quién es el artesano que quita el drama y las emociones vacías y negativas, y hace ver la luz desde otro plano, para que puedas apreciar el viaje de los colores del mundo gris. ¿Dónde está el artesano que te va a sacar el sabor que te revele que la vida merece la pena vivirla, dónde está el gurú que te enseñe a modular las emociones, si ahora todo es química en el cuerpo para dormirte?, ¿dónde está la ayuda de los corazones rotos, de la gente rota?.

Un nuevo día, palabras que reposan, que surgen desde el inconsciente cada vez más consciente. Palabras y palabras que me animan a no rendirme, a soltar peso, a equilibrar la balanza. En un lado de la balanza está mi espíritu, mi fuerza interior, mi corazón, en el otro lado están mis actos pasados, mis hechos presentes, mi trabajo emocional. El camino de la balanza no sé hacia que lado se inclina, supongo que si se ve desde fuera darán más peso a un lado que al otro, pero si se ve desde dentro puede que pesen más mis textos, es la única constante que sigo ahora, parece que pesa más mi espíritu liberándose de todas las cargas emocionales heredadas, adquiridas, rutinarias y crezco.

Crezco y hago que el deseo se convierta en algo secundario, ajeno a mí, hago que el conocimiento adquirido sea una rutina adquirida, fabrico la modulación de mis emociones al escribirlas y pesa más mi espíritu luchador, que ha renacido más de unas cuantas veces, más de unas cuantas noches, más allá de toda la química que quieren que entre en mi cuerpo para paralizarme, para dormirme. Cada día mas consciente, escribiendo con hambre para llenar la pantalla de energía, escribiendo con el hambre de querer romper el tiempo. Dejando de ser un espectador de mi pasado, dejando todos los recuerdos en un espacio que no quiero que vuelva, cuando solo quiero volver a conocer tu esencia. Cuando solo quiero volver a conocer tu cariño en esta vida o en otra, donde me sepas guiar un poco mejor, donde pueda aprender de tus consejos un poco más, interiorizar los valores que perdí por el entorno. Poder escribir una vida nueva cada día donde valga más el peso de mi espíritu cada día, donde valga más el peso de mi confianza cada día, cada día más fuerte ante cualquier situación que se presente, donde no me pueda rendir, donde pueda conseguir una mente clara y consciente con un corazón libre que supere todos los daños, todas las agujas. Donde no haya hilos que me puedan manejar o guiar hacia una catástrofe, solo hacia la verdad de la luz, cada día un poco más cerca de la verdad de la luz, de sus reflejos, de sus refracciones, de sus sombras, vibrando en un nivel que solo puede alcanzarse para sacarme del sufrimiento y del deseo, salir del mundo gris. Ver que la balanza está en otro plano donde solo las estrellas pueden ver que me quieren a su lado, en perfecta armonía de fractales, en perfecta sintonía con la proporción áurea.

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180º

Giro de 180º. Si, la vida no tiene cura, a mucha gente le dicen que tienen una enfermedad incurable, pero la realidad es que la vida no tiene cura, la vida cambia para el que lo sabe, da igual si te lo dice un médico o eres tu el que te das cuenta, la realidad es que estamos de paso.

En este paso, quiero pasar por querer escribir los arreglos de la armonía de mi vida, para que sea más llevadero el peso con el que me cargo o me cargan. El entorno cada vez más comunicado pero sin mucho que decir, la sociedad que espero se dé cuenta, despierten, cada uno pone sus propios filtros, cada uno pone su pensamiento más o menos crítico y autoexigente hacia uno mismo, hacia los demás, aunque no creo que sirva de mucho la presión que viene con la autoexigencia, con la exigencia del entorno.

La vida, el paso, el camino, la enfermedad, la cura, el viaje de ida hacia el mismo destino común y aun así pensamos que somos únicos, solo tenemos un viaje de ida hacia un mismo destino y aun así nos da por competir, por luchar, por enemistarnos, en este único plan sin planificación que es la vida, creamos estructuras complejas, creamos comportamientos complejos cuando supongo que todo es mucho más simple, tan simple como sentir el sol y entender la información que nos da, entender las nubes, sentir la fuerza de las estrellas que ya hicieron su viaje para llegar hasta nosotros, cuidar de la luna que nos guarda…

Otro día puede que escriba desde otro paisaje, otro día puede que escriba desde otro nivel de conciencia cósmica, otro día puede que escriba desde la ayuda de otra persona y su mensaje. Quizás cuando ya no esté en este plano pueda sentir toda la fuerza de la tierra. Se puede ver un electrón como un satélite y buscar energía en la materia oscura del universo. Otro día puede que la creación nos dé la respuesta a sentirnos en unidad y en sintonía con lo que hay, con lo que no hay, conectando puntos invisibles al conocimiento ya incorporados en la sabiduría de la esencia propia del ser que contempla sin ser conocido. Hasta ver la luz en todo lo que nos rodea y pensar que hay siete mil millones de universos en este mundo de nuestra especie, sin contar el resto de especies, el sistema que alberga la vida en una piedra. ¿En cuántos grados me muevo, puedo girar 180º, 90º, 270º…?

Volver a las raíces del universo sabiendo que los daños están reparados, volver al equilibrio de las órbitas sabiendo que oscilo en la quietud cambiante y constante. Y así estoy, en este paso, con varios pesos, de los cuales me liberaré cuando unifique mi ser consciente con mi ser subconsciente, despertaré del sueño de la vida, despertaré del sueño de la simulación y me encontraré con toda la fuerza de mi espíritu que ya conoce que un camino solitario es más llevadero sabiendo si tienes puntos de apoyo, aunque sea tu propia naturaleza.

Quizás otro día puedan entenderse mis palabras.Quizás otro día puedan descubrir esencias, es en compañía agradable donde podemos planear un poco este viaje, ser un poco más libres interiormente, estar menos manipulados e influenciados por las opiniones sin pensamiento crítico, de las personas que solo miran hacia delante y no en 360º, porque para darse una vuelta de 180º tienes que mirar en 360º, por eso me doy la vuelta, sigo otro camino, me saldré de los grados y de las coordenadas para que solo podáis sentir mi huella espiritual y el vacío que ésta deja cuando se va.

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Realidad presente, cariño.

Café, tabaco, agua, pensamientos desordenados, mientras ordeno mi mente temprano, pastillas y un nuevo día. Después del sueño, de no recordar el sueño otra noche más, parece que mis guías espirituales también necesitan su descanso. Pero mi inspiración no, mi inspiración necesita el trabajo semanal de expirar palabras aquí. Las saco del fuego, de la llama interior de la vida que no sabemos cuándo se apagará para cada uno de nosotros.

Pensamientos libres bajo el control de cámaras y micrófonos, pensamientos libres bajo el control de la propaganda de los medios, pensamientos libres bajo el control de la distopía que vivimos. Ahora nadamos en un mundo de igualdad de rostros tapados el cual espero que pronto se acabe. Somos números en bancos, en hospitales, en burocracia y personas cuando nos encontramos de frente, aunque mucha gente solo vea números de serie, en vacunas, botellas, cualquier consumible, para darse cuenta que consumimos números de serie en una serie de números para ser un número de serie, y este texto es otro número de serie. Este texto sale de entre tantos números que cuentan para contar una historia. El infinito de las palabras y los signos y los números para que llegue al corazón una emoción.

Para aumentar mi campo electromagnético y atraer a las personas correctas a mi vida, que me guíen en esta empresa de ser un cambio y un referente de que se pueden curar los estigmas, hoy digo que vivo en cada texto viajando en mis redes neuronales desde la semilla de mi glándula pineal a las raíces de mis neuronas, por mi sistema nervioso tranquilo entre cigarros y pasada mucha soledad, muchas conversaciones que no tengo, las tengo aquí con mi ser y con quien me quiera leer, abriendo una pequeña ventana al mundo de un espacio personal universal.

El espacio personal universal de mi ser que protejo y hago crecer, desde que pienso que puedo ayudar a las personas en caminos difíciles. Encuentro la felicidad en el teclado que hago una extensión de mi persona, para llegar a la gente desde un plano de vida distinta en la lectura.

Trabajando emociones, pensamientos, ideas, intuiciones, razones, conocimientos, realidades, hilos de vibraciones, armónicos de recuerdos en negativo. ¿Y dónde está la realidad presente?

En cada momento que nos volvemos a decir que uno es un conjunto incompleto perfecto de éxitos y fracasos y que para salir del caos de uno mismo hay que entrar en el corazón del resto de personas como si pudieras cuidar sus latidos en sus manos. Mantener un latido fuerte y constante para dar vida a cada palabra como si fuera la última que pudiera escribir. Escribo para mantenerme vivo en este mundo sin sentido

¿Y dónde está la realidad presente?, en el caos, en la armonía, en la armonía del caos, en la mente de los iluminados, en pensar que cada persona con la que te cruzas es un maestro para enseñarte lo que no quieres o quieres en tu vida.

La realidad presente parece que se pierde cada vez más en el futuro que no llega y el pasado que se fue, por esto mucha gente se pierde. Desorientados sin brújula de valores que indique un noble camino cuidando el lenguaje, los actos, las palabras, el trabajo, la inspiración, las ideas, los proyectos, los tonos. Estoy midiendo cada vez que mi espíritu me enseñe que no es buen camino pues igual lo dejo atrás, porque ya llevo mucho caminado y me falta mucho por caminar, pero sentado encuentro el vacío de pensamientos, los silencios de la música, de las conversaciones, como si pudiera trabajar en el vacío de la eternidad presente que se escapa.

En esta pequeña luz que ha viajado para iluminarme otro día como una onda solar que pudiera cambiar mi vida entera en cualquier momento y liberarme de mi ser consciente y mi ego para solo sentir la energía fundida y unida en cada peso de cada paso, en cada latido, en cada respiración, en cada célula de mi cuerpo vibrando en la frecuencia de la alegría por estar presente, en tu vida, en tu tono correcto, en tu acción correcta, en tu realidad presente correcta, equilibrada y en armonía con mi ser de ahora. Este ser que tiene segundos de energía que siente que estás. Y no hace falta nada más, pero si quieres hablarme algún día, igual podemos comunicarnos en un nivel en el que el mundo se pare y ¿quién sabe?, igual tu mundo se para, el mío también, y podemos disfrutar de un abrazo que dure un largo tiempo, no necesito mucho más en esta vida. Cariño.

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Tormenta

Casi todo el mundo quiere otro cuerpo en el que refugiarse, en el que compartir su soledad, pero yo quiero una tormenta que te haga reconocerme, una tormenta en la que me llames y vengas a verme para calmar todas tus emociones con solo mi presencia, como hago cuando calmo la atmósfera y que el cielo llore todo tu dolor y sufrimiento, que los rayos suelten toda tu rabia e ira del pasado, que las nubes negras no te dejen ver el Sol y veas mi luz.

Esta pasada primavera estaba lloviendo maná y no sé si se la gente se dio cuenta pero quiero pensar que fue parte de mi renacer. Ahora hay un volcán cerca que me da la razón y explota y suelta todo el fuego que he guardado durante tantos años porque no puede aguantar más este sin sentido de vida en el que sufrimos por no poder expresar, porque no puedo explicarte todo lo que la naturaleza, el cosmos, la relatividad, y la herencia de mis antepasados han sufrido para que podamos encontrarnos en esta vida al mismo tiempo, en este espacio que nos separa, en esta espera que dice que me tengo que alegrar por ti y seguir mi camino de vida sin ti.

Ojalá llegue un día esa tormenta que te haga venir hacia mi y nos curemos, nos iluminemos, descansemos, y dejemos que la lluvia haga su trabajo de limpiar todo lo que no sirve. Quizás ese día no puede llegar en esta vida, pero aún así te buscaré en la siguiente y en la siguiente y en las que haga falta, hasta que reconozcas que nuestras almas están unidas y han venido a curarse y a arreglarse todos los daños de generaciones pasadas.

Si por mí fuera no perdería ni un solo segundo de conversaciones contigo, de silencios contigo, de compañía contigo. Y no, no puedo seguir con mi vida sin tu reconocimiento, sin tu crítica, sin tu opinión libre, sintiendo que no nos podemos acercar, calmar, hablar, sentir, fluir, vivir. Si tu elección es dejarme de lado, rechazarme, ignorarme, al menos dímelo, dime que soy solo un enfermo más para ti y que estoy equivocado y que todo lo que hemos vivido no importa.

Dime que tengo la culpa de enamorarme, que estoy perdido, dime que no tengo vida, porque tu te quieres ir de la mía.

Si solo me vas a dejar en este vacío otro día más… Esperaré a que llegue la tormenta y rompa por fuera y por dentro todas mis palabras, todos mis sentimientos, al igual que se rompen cada día, en cada noche eterna sin sentirte a mi lado. Dime que estoy condenado, anclado al pasado, que no hay conexión, solo rechazo y vacío y del rechazo y vacío volveré, volveré para verte con mi vida nueva. Con todo mi trabajo emocional aquí para ti.

Llegué con la lluvia a este mundo, y no sé si tengo que llorar todo lo que llovió ese día para curarme.

Quizás después de tanta muerte y tanta pandemia te des cuenta que al igual que das vida, la vida se va y hoy es otro día en el que la vida se va. Y mi vida se va otro día por el vacío, la soledad y la tristeza de tener a todo el mundo en mi contra solo por lo que soy capaz de sentir.

Sentir, ser y liberarse ese debería ser el camino de la vida. Si quieres sentir, recuérdame en cada tormenta, si quieres ser, acompáñame a leer a todo este trabajo emocional de tres años, si quieres liberarte ven cuando tu naturaleza te haga ver que somos almas gemelas, porque yo lo llevo viendo toda mi vida y aun así me alegro de todos tus logros. Ojalá pudieras ver que has sido mi veneno y mi curación desde lo mas profundo de mi espíritu.

Esperaré a la tormenta, solo para calmarte con mi presencia, mi amor incondicional y por esto te digo que con mis textos no dejo que se me escape mucho tiempo sin escribirte. Porque dejo la constancia y la disciplina del amor libre. Sin apegos, sin dependencia, con escucha, atención.

Quizás después de esto no te vuelva a ver, pero me recordarás en cada gota de lluvia, esperando la tormenta en la que quieras aparecer.

Y todos los relámpagos sabrán que ilumino tu cielo más oscuro. Besos

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Y ahora

¿Y ahora qué?, ¿qué me van a contar de la vida?…

Desgracias, bajones, depresiones, miedos…

Cuando ves una realidad diferente a la suya de no estar mirando en la pantalla y repitiendo su misma rutina diaria, dicen que tienes un brote, te ingresan, te destierran, te aíslan y sales igual que antes, y luego claro, vuelta al mismo sitio de siempre a repetir lo mismo, a no aprender, a escuchar las mismas historias, cuando ves una realidad diferente a la suya dicen que estás mal, y te sobremedican, para luego pedirte que vayas a terapia, que cambies de médico, que cambies de vida, que puedes con todo, y los ánimos no sirven, porque vuelven los mismos miedos y todavía más grandes. Ya lo dije antes, me quieren tonto y asustado, con miedo y aislado, rechazado y callado, repitiendo los mismos patrones, las mismas historias. Tienes que, ves a hacer esto, ¿por qué no pruebas a…?

Y qué me van a contar de la vida, si estoy cansado de sentir fallos y aciertos, aprendizajes y luchas, errores sin solución y cosas únicas, tengo claro que quiero resolver problemas, pero no me sigáis contando las mismas historias, cuando otra vez los ánimos no sirven, las fuerzas no están, los apoyos se van y la gente no quiere hablar, no contesta, están en su rutina de mirar las pantallas y repitiendo sus propios círculos de aprendizaje. Y en eso quieren que me mueva yo, repitiendo mi mismo círculo de aprendizaje, para entrar en una rutina de mirar pantallas, y no avanzar, no desarrollarme espiritualmente, cuando lo mejor de todo y lo que más miedo les da es que pienso que soy capaz de sentir el Samadhi, que leo los Vedas en los libros, que descubro dioses y mitos. Y les da miedo que conozca tanto saber, tantas vidas pasadas, les da miedo mi sabiduría de mis vivencias.

Y qué me van a contar de la vida, si seguís durante no sé cuántos siglos encontrando solo soluciones en violencia y rechazo, aislamiento y mentiras de propaganda en cualquier noticia.

¿Qué le van a contar a una mente que habla con su propio ser y se fija en los símbolos, en los mensajes, qué le van a contar a una mente que es curiosa y solo le repiten la misma historia? Otro bucle, otro túnel, no lo sé…

He visto los rayos de luz en mis pestañas como si fueran fibras ópticas, he descubierto símbolos de eternidad, he relacionado Persia con Japón, y aquí me quedo por ahora, en el mismo sitio donde solo puedo investigar desde mis libros. Pero claro tu visitas un jardín y no ves una cárcel, aunque te pongan el cartel en la entrada, por eso pienso que he podido salvar vidas, conectando la vida de las plantas con la vida de las personas, porque estamos todos conectados, y si no pueden ver las infinitas variables de las realidades presentes que se dan en cada microsegundo te llaman loco.

Quizás solo sea más sensible a otras frecuencias de luz que otras personas, el espectro es muy amplio, y cuánto mas quieran reducir mi voluntad más sensible seré a otras frecuencias del espectro, aquí en este cerebro hay luz, y todavía no se han dado cuenta, aumento mis conexiones neuronales a través de los sentidos, quizás no entendáis nada de este texto, no importa, ya he roto con el tiempo, y el espacio cambiará cuando tenga que cambiar. Solo me queda esperar y vivir, ojalá alguien pueda entender…

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Libros

Por la noche escucho las auras de mis libros, supongo que quieren contarme cómo están…

Doy gracias por el apoyo a mi proyecto y espero conectar con los corazones que quieren ayudar, todavía no entiendo muy bien cuanta ayuda puede darme este mundo virtual en el que he creado un espacio para alegrar a las personas con mi viaje. Parece que cada día empiezo, descubro, averiguo, intuyo, creo, en cada nuevo comienzo.

Por la noche escucho las auras de mis libros y sé que quieren cuidar y proteger a mucha gente con mis palabras, donde puedo poner voz a otro viaje de soledad compartida, a otro viaje solitario en el que los sentidos se agudizan para dar con las personas del mundo que pueden hacer de la telepatía nómada una realidad desde lo virtual a sus vidas, donde se que me pueden sentir sin ni siquiera conocerles. El impacto es un despertar del corazón. Para cada corazón que despierta quiero agradecer su tiempo en este mundo dedicado a comprender mis palabras, mis emociones, mis sensaciones. Así desde mi pequeño margen de movimiento, sigo escuchando, leyendo, aprendiendo.

Cada minuto que pasa puede ser una emoción nueva, una onda nueva, un sutil cambio.

En cada mensaje quiero acompañar para que tengáis un viaje más agradable. Acepto que la ayuda llega cuando luchas. Por esto quiero decir que seguiré luchando en mi ser, para ser cada vez más consciente y poder seguir sintiendo toda la luz que me da la gente. Gracias por el tiempo que le dais a mis palabras. Gracias por el espacio que creáis en vuestro ser al querer leerme. Las auras de mis libros seguirán contando este viaje…